Satisfacen tanto sus necesidades de melaza como les proporcionan ingresos económicos.

La producción de melaza, uno de los alimentos indispensables de los fríos días de invierno, continúa de manera colectiva en el pueblo de Şadı, en el distrito de Çanakçı, Giresun. Las familias que convierten las manzanas que cultivan en sus huertos en melaza utilizando métodos tradicionales obtienen ingresos económicos y también se preparan para el invierno.

Los aldeanos, que primero limpian las manzanas ácidas y dulces que recogen del jardín, luego las hierven, las cuelan y finalmente las hierven nuevamente durante horas sobre fuego de leña para convertirlas en melaza, destacan la importancia de evaluar cada producto del jardín.

Ayşegül Cındık, quien explica que después de ayudar a sus vecinos, le toca a ella la producción de melaza, dice que satisfacen sus propias necesidades y también contribuyen a la economía familiar vendiendo el excedente.

Cındık se queja de que, en los días de hoy, donde todos están acostumbrados a comprar, las frutas no se valoran lo suficiente. “Nuestros pueblos son muy productivos, lo que siembras o plantas da fruto. Los que son hábiles pueden satisfacer todas sus necesidades sin comprar en el mercado. Nosotros, en nuestro pueblo, convertimos las manzanas que recolectamos de nuestros jardines en melaza ayudándonos entre vecinos. Sin embargo, ya no hay quienes puedan hacerlo como antes. Todos están acostumbrados a lo fácil. Pero muy pocas personas como nosotros todavía continúan con la producción de melaza de manera tradicional y colectiva. Hoy me toca a mí hacer la melaza. Con las manzanas que recogemos, tendremos suficiente melaza para todo el invierno. Después de repartir a amigos y familiares, venderemos el sobrante y compraremos otras cosas que necesitamos”, dijo.

Cındık también explica las etapas de la producción de melaza: “Primero limpiamos las manzanas separando las partes podridas. Luego hay un proceso de escaldado, colocamos las manzanas hervidas en el şirahne, colamos el agua que sale de allí nuevamente con un paño, después de colar, las ponemos de nuevo en la sartén a hervir y, después de hervir un tiempo, la dejamos reposar para obtener la melaza.”