Cientos de ciudadanos se reunieron en Fatih en contra del LGBT.
En Fatih, Estambul, la Plataforma de la Gran Familia organizó un “Encuentro de la Gran Familia y una Marcha Silenciosa” bajo el lema “Detén este Atropello Descarado” para crear conciencia sobre la sensibilidad en torno a la comunidad LGBT. Cientos de ciudadanos se reunieron para exigir la prohibición de la propaganda y organización LGBT.

En Estambul, Fatih, la Plataforma de la Gran Familia organizó un “Encuentro de la Gran Familia y Marcha Silenciosa” con el lema “Detengan esta Invasión Deshonesta” para crear conciencia sobre el tema LGBT. Cientos de ciudadanos se reunieron para exigir la prohibición de la propaganda y organización LGBT.
La Plataforma de la Gran Familia organizó el “Encuentro de la Gran Familia y Marcha Silenciosa” en el Parque Monumental Saraçhane de Fatih con el lema “Detengan esta Invasión Deshonesta” con el objetivo de crear sensibilidad sobre el tema LGBT. El Secretario General de la Plataforma, Serdar Eryılmaz, había invitado a todas las familias a la marcha contra la propaganda y la imposición LGBT que amenaza a la sociedad en una conferencia de prensa realizada recientemente en un hotel en Şişli. En respuesta, cientos de ciudadanos, junto con sus hijos, participaron en el evento. Las familias, que asistieron a la reunión que se celebró por tercera vez este año, vinieron con banderas turcas y pancartas. En las pancartas se leía “Queremos una regulación legal”, “Queremos protección constitucional para nuestra familia”, “No des paso a quienes declaran la guerra a la familia”. Después de los discursos protocolares realizados en el programa, la multitud que llegó con pancartas y banderas turcas marchó en silencio hasta la Plaza Beyazıt. En la plaza, los jóvenes representantes de las ONG vinculadas a la Plataforma de la Gran Familia hicieron sus declaraciones.
En una declaración a la prensa, Elif Nur Güvençer dijo: “Primero que nada, debe quedar muy claro que la propaganda y la imposición LGBT que golpea a nuestra puerta es una amenaza directa a la existencia de la humanidad. Las bajas tasas de natalidad en los primeros 50 países, incluidos el nuestro, según el Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas, muestran la gravedad de esta amenaza. Este panorama indica una humanidad que se extingue a medida que se desarrolla según el paradigma actual de desarrollo. Los programas aplicados para aumentar las tasas de natalidad y los cientos de miles de millones de dólares gastados no logran ofrecer soluciones para mejorar este doloroso panorama. En este punto, la tasa de natalidad de nuestro país es de 1,51, muy por debajo del límite de renovación de la población y está disminuyendo rápidamente. El panorama que se nos presenta muestra esta dolorosa realidad: nuestro país ya no tiene una población joven de la que podamos hablar con orgullo. La disminución de la tasa de natalidad por debajo de dos hijos indica no solo la pérdida del poder demográfico, sino también otra pérdida más. Que las familias en las grandes ciudades tengan un solo hijo significa que, en una generación, perderemos los conceptos de tío, tía, primo y prima. Hoy, aquí, hablo como una tía que se extinguirá en una generación. Con la actual tendencia demográfica, en una generación perderemos muchos roles y lazos en nuestra familia.