Ramazan es un joven con Síndrome de Down y su familia lo ama mucho. A medida que se acerca su cumpleaños, la familia decide hacerle una sorpresa especial. En el día de su cumpleaños, la familia invita a sus amigos cercanos y parientes. Preparan sus comidas favoritas y compran un pastel decorado con
Se viven momentos emocionales con la sorpresa de cumpleaños para Ramazan, que tiene Síndrome de Down. Este día especial está lleno de amor y recuerdos felices. Haga clic para más detalles.
Sorpresa de Cumpleaños
Ramazan, un joven de 23 años con síndrome de Down que vive en Adana, nunca había celebrado su cumpleaños en toda su vida. Sin embargo, esto cambió con la sorpresa de fiesta de cumpleaños organizada por su familia y la Asociación Ogün Abi. La celebración, que tuvo lugar entre las lágrimas de Felide Elçiçek, madre de Ramazan, dio lugar a momentos inolvidables.
La Felicidad se Reflejaba en sus Ojos
La felicidad en el rostro de Ramazan con síndrome de Down era evidente durante la fiesta sorpresa de cumpleaños. La alegría de Ramazan al cortar el pastel especialmente preparado por la Asociación Ogün Abi fue digna de verse. La celebración, en la que la madre de Ramazan, Felide Elçiçek, experimentó momentos emocionantes, se convirtió en un día inolvidable para Ramazan.
Después de soplar las velas, Ramazan cortó el pastel junto al presidente de la Asociación Ogün Abi, Ogün Sever Okur, y se comió el primer trozo. Las fotos que inmortalizaron estos momentos reflejaban la alegría en el rostro de Ramazan.
Hablando a la Agencia de Noticias Ihlas, Felide Elçiçek expresó su gran felicidad al ver a su hijo Ramazan celebrar su cumpleaños por primera vez. Destacó lo significativo que fue para ella que el cumpleaños nunca antes celebrado de Ramazan, afectado por el síndrome de Down y problemas de salud, fuera conmemorado de una manera tan especial.
Ogün Sever Okur mencionó que se conmovió al ver la felicidad de Ramazan, y afirmó que seguirán celebrando los cumpleaños de los niños que viven en áreas desfavorecidas. Este día especial en el que Ramazan disfrutó de su propio pastel dejó una huella imborrable en el corazón de todos.