Se creó un bosque conmemorativo para ‘Narin’ en Yüreğir.
El municipio de Yüreğir ha creado un bosque conmemorativo en el barrio de Atakent para perpetuar el nombre de Narin Güran, una niña de 8 años asesinada en el pueblo de Tavşantepe, en el distrito de Bağlar, Diyarbakır. El municipio de Yüreğir ha establecido un área de 300 …
El municipio de Yüreğir ha creado un bosque conmemorativo en el barrio de Atakent para mantener vivo el nombre de Narin Güran, una niña de 8 años asesinada en la aldea de Tavşantepe, en el distrito de Bağlar, Diyarbakır.
El municipio de Yüreğir ha establecido un bosque conmemorativo de 300 plántulas en el barrio de Atakent para la niña asesinada Narin. A la ceremonia de plantación del ‘Bosque Narin’ asistieron el alcalde de Yüreğir, Ali Demirçalı, y su esposa Fidelya Demirçalı. En la ceremonia, a la que también asistieron ciudadanos, Demirçalı expresó que el ‘Bosque Narin’ fue creado con el objetivo de mantener vivo el nombre de Narin para siempre, tras el asesinato que conmocionó a Turquía después de que su cuerpo sin vida fuera encontrado tras su desaparición.
“Narin vivirá en cada aliento”
El presidente Demirçalı, al señalar que se llevarán a cabo la plantación de cientos de plántulas en esta área para mantener viva la memoria de Narin, quien fue arrebatada de la vida cuando era una pequeña plántula llena de vida y amor, dijo: “Para mantener vivo el nombre de nuestra hija Narin y para que no sea olvidado, elegimos la plántula, el árbol, que es considerado sagrado en cada creencia y en cada cultura, y que simboliza el amor y la vitalidad. Queremos que Narin viva en cada aliento. Esperamos que nuestro bosque conmemorativo crezca y se desarrolle con el amor infinito que hay en el corazón de Narin, que este amor penetre en cada segmento de la sociedad, y que, de esta manera, se siembren brotes de amor en corazones que carecen de amor”.
El presidente Demirçalı, quien pidió que aquellos responsables de la muerte de Narin rindan cuentas ante la justicia lo antes posible, declaró: “Quienes dañaron a Narin, o quienes ayudaron y se quedaron en silencio, deben rendir cuentas ante la justicia. Que los niños no mueran, que vivan Narin”.
Después de las declaraciones, el presidente Demirçalı, junto con su esposa Fidelya Demirçalı y los participantes, plantaron las plántulas preparadas.